martes, 24 de marzo de 2015

Aún puedo creer (¡¡lo último de Viva Omolú!!)


¡Al fin acabamos con todo el material, vivaaaaa! He de decir y confesar ante los inifitos lectores de este famosísimo y archileído blog que jamás pensé en su momento hacer otro vídeo más sobre Viva Omolú... pero cuando estaba haciendo Curiambro Everlasting y según lo iba acabando – un proceso que se alargó tantísimo por asuntos de máquinas, of coz! siempre están ahí las máquinas para estropear a los artistas y sus procesos centelleantes – observaba que había materiales de naturaleza dispersa y además había escuchado la canción recientemente que la propia cantante de Dharma había "elegido" para el Viva Omolú y se me ocurrió que calzaba bien con las delirantes búsquedas drogadictas del hechicero, al mismo tiempo que se trata en paralelo de la búsqueda infructuosa, frustrante siempre, de un saber ignoto y al mismo tiempo inolvidable en el interior de las personas, quienes han de atravesar el laberinto corrupto de las civilizaciones para encontrar su verdad unívoca. Lo primero lo pensé justo tras la pausa, al poder retomar (o empezar una vez más) el proyecto anterior a éste, cuando mil dudas asaltan a la mente que desea crear en un mundo asolado por la crítica cienciológica. Después, finalmente con el criterio artístico más cercano al mínimo esfuerzo (que al mismo tiempo es el máximo arte y la máxima sinceridad, ya que es natural y no efectista) del que hablaba anteriormente, acabé este vídeo final con un cierto aire y estética chapucera, de ésa que tanto me gusta y tanto honor hace al nombre de "pordioserismo". Y el caso es que al ver el vídeo de nuevo (y no antes) es cuando empecé a entender lo que quiere decir o lo que yo mismo quería decir con él.

New Release - Curiambro Everlasting

He aquí al fin el vídeo que muestra el intenso entrenamiento del Curiambro antes de partir a las batallas heroicas en mi versión de Viva Omolú.



El proceso de edición esta vez fue curioso. Empezó el asunto así como a finales de Agosto, quizá principios de Septiembre del año pasado (2014), en que ya había hecho todos los anteriores vídeos recopilatorios de material después del grandioso éxito de los 30 segundos de Viva Omolú. Pero claro, para lograr 30 segundos supremos hubo todo ese material que no entraba dentro del tiempo de nuestro minitráiler (algún día debería hacer la película entera, pero eso será en su momento). Así es que, como decíamos ayer, tras hacer los vídeos del barman y el cura con las músicas de Black Sails todavía me quedaba mucho material hermoso y una canción que quería usar: la de Tuck Everlasting.

Pero el stress es mucho y mi sensibilidad extrema, por no mencionar las mil historias que habría de escribir y no escribo, pues ya las tengo hechas en mi cabeza y sólo resta contárselas a quien aún las quiera escuchar si es que no está muy ocupado y no es lo suficientemente mayor como para no interesarle estas fantasías soñadoras. En cualquier caso, el principio que usé para este vídeo, por las razones ya dichas, fue el del mínimo esfuerzo. Si algo encaja, encajó y via, como en los buenos tiempos de mi ilustre vida de hacedor de historias. Aún así, hubo momentos en que me sentí tentado a renunciar a tan noble principio de actuación, mas al final pudieron los ideales heroicos por encima del temor de la crítica y he aquí el vídeo tan hermoso y bonico que me ha salido.